Hello! Soy Montse!!!

Antes de subir temblaba de nervios, porque no sabía que iba a pasar. No sabía si iba a lograr dar risa o no. Simplemente me subí sin pensarlo mucho para no arrepentirme.

En el momento que pisé el escenario, vi una luz y nada más.

No vi a ninguna persona y los nervios se fueron, me sentí sola; no es que me sintiera sola en un mal sentido, simplemente sentí que en ese momento era para mí y que a la única persona que tenía que validarme era yo misma.

Empecé a contar mis chistes y logré que dieran risa. Disfruté cada segundo que estuve ahí parada diciendo todo lo que por años esperé por decirle a los demás.

Sentí que por fin había logrado encontrar algo que me llenara. Y no tanto por las risas que se provocaron, también porque dije lo que tenía que decir; lo que por tantos años me guardé y por fin lo dije a través de la comedia.

Conté mis chistes muy rápido, tenía miedo que el tiempo no me alcanzará para decir toda mi rutina. No daba tiempo entre aplausos, porque realmente no sabía que hacer; no entendía que en realidad estaba pasando y yo solo me quería enfocar en mi rutina.

Cuando me baje del escenario, me encontré con varias personas, las que validaron lo que hice en el escenario, eso me hizo saber que no lo soñé, que fue real y me sucedió a mí. Me encontré con alguien que admiraba desde antes e hizo comentarios sobre lo que hice en el escenario y esa persona se convirtió en una amistad muy valiosa.

Yo no sabía todo lo que vendría después de ese día. Si me lo hubieran dicho, no les hubiera creído. Suena muy romántico pero, en realidad ese día cambiaron muchas cosas para bien. Era el último paso que me faltaba para ser quien siempre quise ser y tener nuevas metas.

Ese día me di cuenta que todo era posible, si yo me daba el permiso de creerlo y convertir los sueños en metas, por lo tanto, reales.

Ese día me di cuenta que si existe la magia.

Photo by: Kulto Space